Es un procedimiento no invasivo, en el que se utiliza Luz Intensa Pulsada y/o Láser, para eliminar lesiones vasculares benignas, como manchas en vino de oporto, rosácea, hemangiomas rojos, rosados o azulados, varicosidades en las piernas o simplemente pequeñas arañas vasculares en la cara u otras partes del cuerpo.

Método

Debe realizarse una evaluación clínica pormenorizada con la metodología apropiada (luz de Wood, luz polarizada, transiluminación, Doppler, Eco-Doppler, etc.), para lograr un diagnóstico correcto de la lesión. Ello va a permitir establecer el protocolo terapéutico más adecuado a cada paciente.

Los equipos suministran una energía que atraviesa la superficie cutánea sin dañarla, y que se transforma en un aumento de temperatura selectivo en torno al color rojo-azulado de la hemoglobina de la sangre, por el que ese tipo concreto de energía tiene “apetencia”. Por efecto térmico se produce la lesión y esclerosis (= fibrosis) de la lesión vascular tratada.

Dependiendo de la lesión a tratar y de su extensión, habrán de realizarse el número de sesiones necesarias para conseguir un resultado satisfactorio; el intérvalo entre sesiones debe ser al menos de un mes. En el caso de las varices de las piernas la fotoesclerosis debe combinarse con la esclerosis química; en algunos casos, cabe el recurso a un tratamiento invasivo previo: cirugía, flebectomía, láser endovascular, etc.

En los periodos intermedios, entre sesiones, se realiza un tratamiento tópico con objeto de evitar complicaciones como, por ejemplo, pigmentaciones residuales.

Duración del tratamiento

Depende del o de las lesiones vasculares que se estén tratando, y también de la tecnología (equipo y/o modo de empleo) que se esté utilizando.

Una sesión puede durar desde pocos minutos a más de una hora.

Inconvenientes

El tratamiento conlleva una sensación dolorosa mínima, perfectamente tolerable por la mayor parte de pacientes. En zonas muy delicadas o en pacientes sensibles cabe el recurso a la anestesia tópica (en forma de crema o solución), que deberá aplicarse al menos 30-60 minutos antes de la sesión.

Después de cada tratamiento puede presentarse un cierto enrojecimiento y algo de inflamación locales que desaparece a los pocos días. En ocasiones, y en pieles muy sensibles, puede aparecer alguna ampolla o cambio de color en la piel. Estos efectos secundarios son normalmente transitorios.

Siempre habrá que limitar la exposición solar. Por esto y por otros motivos, este tipo de tratamiento no es conveniente realizarlo en época estival.

El resultado definitivo debe evaluarse transcurridos 40-50 días desde la última sesión.

Comentario

La fotoesclerosis constituye un gran avance en el tratamiento de las lesiones vasculares, resolviéndolas de una forma rápida, segura y eficaz, sin incisiones, ni pinchazos, y normalmente sin efectos adversos.

Incluso, si procede, pueden tratarse lesiones vasculares que aparecen durante la infancia.